Slapstick, tartazos y Jerry Lewis

Slapstick (traducido del inglés: «bufonada») es un tipo de comedia que implica exageración de la violencia física (por ejemplo, un personaje golpeado en la cara con una sartén o que se estampa a toda velocidad contra una pared). Este estilo es muy común en los tipos de entretenimiento en los cuales se da por hecho que el público entiende (y cabe decir que espera) la naturaleza hiperbólica de tal violencia en la que se exceden los límites del sentido común, permitiendo así una risa no cruel. Sus mayores representaciones se encuentran actualmente en los dibujos animados “cartoons” y en las películas cómicas de argumentos simples, normalmente dirigidas a un público joven. Aunque a veces se utiliza el término peyorativamente, la interpretación de la comedia slapstick, basada en una medición del ritmo exquisita, una ejecución calculada al milímetro, reacción del personaje y risa del público está considerada como una de las tareas más difíciles que un actor puede realizar.

El estilo se deriva de la Commedia dell’arte que empleaba gran cantidad de abusos físicos y caídas. El nombre deriva de battacio, un objeto parecido a un leño formado por dos listones de madera que al golpear producían un ruido como de una fuerte bofetada, aunque en realidad al golpeado le llegaba poca fuerza del objeto en cuestión (llamado en inglés slap stick, de donde se deriva el nombre), lo cual permitía a los actores golpearse el uno al otro continuamente provocando un gran efecto pero muy poco daño real. Esto puede ser considerado como una forma rudimentaria de efectos especiales.

Buena parte de la forma actual de este tipo de comedias se fue construyendo en las comedias étnicas del vodevil americano de los siglos XIX y principios del XX. El estilo fue extensamente explorado en las películas cómicas mudas en blanco y negro. Las escenas con lanzamientos de tartas de nata, las locas persecuciones, los golpes, las bañistas fueron dirigidas por Mack Sennett (que descubrió a Chaplin, Lloyd, Turpin, Langdon…) y Hal Roach. Como protagonistas encontramos a actores tan notables como Buster Keaton, Charlie Chaplin, Laurel y Hardy o Los tres chiflados. Quizás este tipo de escenas se dan como reacción a la época difícil marcada por la Guerra Europea. El slapstick es también muy común en los dibujos animados tales como Tom y Jerry o Looney Tunes.

Recientemente, varios grupos de personas han criticado la representación de la violencia por fomentar la violencia real. La comedia slapstick no ha podido escapar a esta atención negativa ante las críticas, aunque su larguísima presencia en el mundo de la representación y su carácter obviamente ficticio a menudo le hacen librarse de la atención de los hipercríticos. En efecto, la presencia ininterrumpida del slapstick -con películas dirigidas por directores que van desde Buster Keaton a Mel Brooks o los hermanos Farrelly, y su interpretación por actores que van de Jackie Gleason a Rowan Atkinson– hace suponer su permanencia dentro del paisaje cómico.
Jerry Lewis fue uno de los cómicos más importantes del cine de los años 50 y 60 que revitalizó con ingenio la antigua tradición del slapstick y el absurdo. Nació el 16 de marzo de 1926 en Newark, New Jersey (Estados Unidos), en el seno de una familia de comediantes. Su nombre real era el de Joseph Levitch. Siendo sus progenitores cómicos, al joven Joseph no le quedaba otra que convertirse desde su más tierna infancia en actor acompañando primero a su familia y posteriormente emprendiendo una carrera en solitario hasta su encuentro con el cantante Dean Martin. Sus números, que compaginaban la comedia y la música, fueron un éxito y la pareja Martin/Lewis se convirtió pronto en una celebridad dentro del circuito cómico del país estadounidense. La ruptura De Martin alentó a Jerry a entregarse aún más en cuerpo y alma al mundo del cine ya que amplió su faceta de actor con la de productor, guionista y director. La parte final de los años 50 fue muy exitosa para Lewis con títulos como «Delicado Delincuente» (1957) de Don McGuire o «Yo Soy El Padre y La Madre» (1958). Su primer esfuerzo como guionista y dirección fue cumplimentado con la estimable «El Botones» (1960), un film alabado incluso por el propio Charles Chaplin. Primer e interesante trabajo como director del cómico Jerry Lewis (también guionista), construyendo un film que descansa más que en una trama en un encadenado de sketches, deudores de los grandes del cine mudo de Hollywood y del cómico francés Jacquest Tati (no en vano el personaje de Lewis no pronuncia una sola frase hasta la última escena). Los momentos de ingeniosa comicidad en la edificación de gags son notables y la película (rodada en blanco y negro) muy recomendable para los seguidores de Jerry Lewis y su slapstick de corte surrealista y atolondrado que no oculta una vision sarcástica de la sociedad que le rodea.

Web Consultadas:

http://es.wikipedia.org/wiki/Slapstick

http://www.alohacriticon.com/elcriticon/article167.html

http://www.alohacriticon.com/elcriticon/article484.html

 

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