Clown y Magia: Mac Ronay

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MAC RONAY debutó como acróbata en  motocicleta. En los EE.UU, antes de la guerra, realizó un triple salto mortal con un descapotable. Acabada la Segunda Guerra Mundial Mac Ronay volvió a Francia dejando los espectáculos de acrobacia y comenzó como el «Mago Alcarthy» realizando trucos de magia en los clubes nocturnos parisinos, en los intervalos entre un striptease y otro. Se sorprendió por la hilaridad causada en la audiencia con sus truco fallidos y tuvo la idea de aprovechar esta circunstancia para dar vida al personaje clown de «mago» torpe que junto con el  «domador de pulgas» y el «pianista loco»,  le aseguró el éxito y la fama internacional.

Durante uno de sus espectáculos coincidió con Maurice Chevalier que lo contrató para el Casino de París, lo que le permite  pisar los escenario de los más conocidos locales de revista parisina, como ABC, Bobino, o Lido .

Mac Ronay debutó en 1956 en el famoso Crazy Horse con su personaje demacrado, impasible a pesar de sus desastrosos trucos de magia , y obstinadamente reacio a pronunciar cualquier palabra en el escenario, excepto de la exclamación «Hep!».

Pronto el personaje de Mac Ronay trasciende fronteras. En los años sesenta se presentó en Las Vegas y Reno,  y fue varias veces presentador del programa de televisión «The Ed Sullivan Show«.

Clown en femenino:A filla de Woody Allen

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Fue en una edición de la Fira de teatre al carrer de Tàrrega que la actriz y clown ferrolana Marián Bañobre conoció (aunque antes ya habían coincidido) al pontevedrés actor, clown, director, dramaturgo y músico Santiago Cortegoso. Después de años de trayectoria en numerosas compañías, Santiago y Marián, promueven en 2010, su propio sello de producción, Ibuprofeno Teatro, para emprender proyectos teatrales de forma personal e independiente, en los que puedan integrar la escritura dramática en el mismo proceso de creación y puesta en escena de los espectáculos.
Santi además de ver a Marián como la mujer de su vida, la ve algo excéntrica, insegura, hipocondríaca y muy graciosa. Cuatro rasgos que comparte con el genial cineasta Woody Allen y que la han llevado a protagonizar en 2011 «La hija de Woody Allen»,  dirigida por Santi, premio de teatro Rafael Dieste en el 2009 y Premio Álvaro Cunqueiro en 2014, por Raclette.

Esta comedia, de la compañía Ibuprofeno Teatro, tiene como punto de partida el inicio de un viaje, un viaje de la protagonista en la búsqueda de su padre (Woody Allen), del cual sólo sabe que vive en Nueva York y que le manda un regalo cada año por su cumpleaños. Estos regalos son tesoros para ella y constituyen un rompecabezas con el que ha ido construyendo un mito que la acompaña en su desarrollo vital. Encontrarse con ese mito se revela como la vía para conseguir la felicidad, pero también supone la huida de una vida cotidiana. Ella lucha. Es incansable. Es vitalista. Siempre tiene soluciones, y pone todas sus esperanzas en ese ser desconocido. El viaje a Nueva York es el viaje a un mundo ideal; es la búsqueda de algo por definir, un interrogante vital que no sabe si será respondido.

Clown y trapecio: Die Maiers

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Sabine Maier nació en 1965 en un pueblo de la selva negra, Baden-Württemberg, en el suroeste de Alemania; y JoachimYogui«) Mohr, sólo un año después. Sabine y su marido Yogi dan vida a Die Maiers, un dúo clown de trapecio cómico. Es fácil ser engañado por ellos, porque no se parecen en nada a los trapecistas, hombres musculosos y mujeres con elegantes siluetas, jóvenes siempre, que normalmente componen el mundo del circo. Yogi es un hombre desgarbado que se parece mucho a un profesor de física. Es sorprendente cuando estas personas aparentemente de 40 años se cuelgan del trapecio como superhéroes. Sin embargo, lo más destacado del acto Die Maiers no es su fuerza física, sino su capacidad para incorporar circo, comedia y personaje clown. Ellos comenzaron a desarrollar sus personajes de camareros y camareras extravagantes hace 20 años mientras estudiaba en la Escuela Sans filete, una prestigiosa escuela de artes circenses en Bruselas. En ese momento, los circos tradicionales europeos estaban disminuyendo en popularidad, siendo reemplazados por circos más sofisticados, como el Cirque de Soleil. «Queríamos incorporar a nuestros números entretenimiento para adultos y hacerlos más emocionante para todo el mundo», explica Sabine. «Los personajes que jugamos son tan importantes como la técnica de trapecio. Es una forma más entretenida y nueva de circo.» Pero los Maiers  no derraman la sensualidad y la sofisticación característica de los números circenses del Cirque de Soleil. En lugar de ello, son juguetones y pícaros, su rutina esta salpicada de humor físico. Fuera del escenario, Sabine y Yogi se llevan mucho mejor que sus personajes. Ellos viven con sus tres hijos en su hogar cerca de la playa. «Tenemos un trapecio en nuestra cocina», dice Sabine. Ellos viven y trabajan juntos desde 1988.